Inicialmente, esta vivienda presentaba espacios amplios pero poco aprovechados, con solo dos habitaciones y un baño. La estructura del edificio limitaba las posibilidades de reconfiguración, pero realizamos cambios sutiles que permitieron agregar dos habitaciones más y crear un único espacio separado por grandes vanos que diferenciaban las estancias pero las conectan visualmente.
Aprovechando los balcones en el perímetro exterior, generamos dormitorios con un toque especial de elegancia con abundante iluminación natural. La casa ahora cuenta con un amplio recibidor que se integra con la cocina, salón y una zona de estudio o trabajo. Creamos una suite en la ubicación original de la cocina y transformamos otro dormitorio en una suite principal con un gran ventanal al exterior. Además, dividimos uno de los antiguos dormitorios en dos: uno con dos balcones y otro con uno.
El resultado es una vivienda muy elegante con toques clásicos y mucha luz natural que baña todas las estancias de la casa.
