El proyecto de reforma e interiorismo de esta vivienda de 175m² construidos partió de una premisa clara: transformar una casa oscura y anticuada en un espacio luminoso y funcional. En su estado original, la vivienda presentaba una distribución laberíntica con pasillos angostos, una cocina interior aislada del resto de la casa y la ausencia de dormitorios en suite. Para optimizar la circulación y luminosidad, propusimos abrir la cocina al comedor, eliminar los pasillos innecesarios y maximizar el aprovechamiento del espacio disponible. Además, conseguimos generar un nuevo dormitorio principal en suite con vestidor y dotar a la vivienda de un nuevo aseo de cortesía en la zona de día.
Estéticamente, optamos por un estilo contemporáneo con detalles clásicos, como las molduras en las paredes y el suelo porcelánico en espiga, que aportan elegancia y sofisticación al conjunto. Las paredes blancas, contrastadas con un pavimento oscuro, crean un equilibrio visual que resalta los techos con candilejas retroiluminadas curvas, dando un toque de distinción y dinamismo. Para la zona alta de los techos, propusimos una pintura efecto cemento, que aporta un toque de naturalidad y calidez al ambiente. Los tonos neutros en la decoración y mobiliario, que combinan lo natural con lo elegante, refuerzan la sensación de armonía y confort en toda la vivienda.